La escuela de equitación Gartmore quería ayudar a los niños que montan en sus establos a poder disfrutar de los espacios exteriores, y optó por hacerlo a través del desarrollo de un jardín sensorial. Este proyecto les permitiría ver los colores, oler y hasta tomar las plantas del jardín, las cuales fueron donadas por otras empresas.

Fue maravilloso ver tantos empleados de RMD Kwikform, miembros del IEF, desafiando el clima lluvioso para apoyar este proyecto, que hará una gran diferencia para los niños que visiten la Escuela de Equitación Gartmore.

A pesar de la lluvia torrencial, que impidió realizar el plan original de que un camión vertiera hormigón en el camino, el equipo del IEF pudo contactar a algunos proveedores locales de carretillas y volver a al plan. Con las carretillas adicionales, los empleados de RMD Kwikform pudieron mover manualmente el hormigón a través del terreno con barro y extenderlo ellos mismos.

Al opinar sobre la historia de la Escuela de Equitación Gartmore, Ian Taylor, vocero de IEF, dijo: "Este fue un proyecto fantástico, que pudo unir a muchos negocios locales para cerar algo para esta causa tan valiosa. Tuvimos el apoyo de Walsall Wheelbarrow Companu, Haemmerlin Chillington y Bulbarrow, quienes proporcionaron las carretillas. Se debe mencionar también a B&Q y Homebase, que proporcionaron las plantas y bulbos, y Lafarge que puso el hormigón.

Fue maravilloso ver tantos empleados de RMD Kwikform, miembros del IEF, desafiando el clima lluvioso para apoyar este proyecto, que hará una gran diferencia para los niños que visiten la Escuela de Equitación Gartmore.